miércoles, 25 de noviembre de 2015

 Entrevista:
Carolina Fracchia nos  cuenta su experiencia de
Ser Psicóloga en Argentina.
Por Renata Suffia.
Esta es una entrevista a Carolina Fracchia, una psicóloga y becaria del Coniset. En esta entrevista nos va a contar su experiencia profesional y personal con la carrera.
¿Cómo y por qué elegiste esta profesión? ¿Cuál es tu especialidad?
En principio elegí esta profesión porque quería trabajar en algo que pudiera hacer con otras personas y su servicio. Dentro de las profesiones que había estaba entre psicología, trabajo social y sociología. Yo nunca tuve clases de psicología en la secundaria, en parte decidí esta carrera porque algo iba a estudiar. En la facultad tuve un par de clases sobre psicología para escuchar un poco de qué se trataba y ahí me decidí. Yo me quería dedicar a los niños, siempre pensé en hacer psicología infantil y a medida fui avanzando en la carrera, luego me orienté al lado de la investigación, soy becaria del Conicet, me dedico a la parte de investigación en neurociencias, somos pocos los que hacemos esto en Argentina. Me dedico a lo que es psicología infantil, que es lo que me gusta hacer. Investigo lo que es pobreza. A medida que fui cursando mi carrera me fui orientando a la psicología comunitaria, trabajé mucho tiempo en barrios pobres.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? ¿Y lo que menos te gusta?
Lo que más me gusta es poder aprender cosas nuevas todo el tiempo, encontrar nuevas soluciones a los problemas y me gusta saber que en algún punto estoy aportando un granito de arena al conocimiento de mi área. Lo que no me gusta es toparme con ciertas realidades que me hacen cuestionar mi trabajo, es un punto problemático porque por un lado te ayuda a reverlo y a veces hay cuestionamientos, la realidad con la que uno se encuentra nos cuestiona nuestras formas de trabajar al punto de no saber qué hacer, nos paraliza un poco hasta que encontramos la manera de seguir adelante y resolverlo. Pero las realidades muchas veces van más allá de la teoría que hace que nos quedemos sin respuestas a las realidades de las personas.
¿Cómo es un día de trabajo? ¿Es un trabajo solitario o en equipo?
Particularmente tengo un poco de todo. En general lo que hacemos son reuniones de equipo donde se definen ciertos lineamientos y a partir de ahí tengo un trabajo solitario. Hago trabajos sola que están guiados por previas decisiones en equipo. Mi trabajo como psicóloga es distinto al de la mayoría porque yo trabajo en un equipo de investigación donde las decisiones se toman en conjunto. Hay mucha variedad de disciplinas en  el equipo. No podría responder qué es lo que hace un psicólogo clínico. Yo como psicóloga desempeñada en investigación, ese es mi trabajo día a día.
¿Hay algún caso que recuerdes especialmente?
Yo trabajé casi dos años en barrios humildes con lo cual tengo muchos casos que recuerdo. Hubo casos con chicos con altos niveles de metales tóxicos en sangre y padres que no actuaban; chicos sin documentos; chicos con hambre. Yo intervengo en las familias o en las escuelas, por lo tanto hay muchos casos familiares con violencia de género, niños sin escolaridad o atención pediátrica. Estos son los casos que, como decía anteriormente,  es la realidad que hace cuestionarte en qué lado uno se piensa plantar para trabajar con esas familias.
¿Qué consejos le darías a alguien que quiere ser psicólogo?
En principio, que sepa que es un psicólogo, porque cuando yo me anoté en la carrera no estaba tan informada de qué era. En este país hay una representación de que el psicólogo es solamente clínico. Casi todos los que entran a la carrera creen que es eso y eso solo es una parte de la psicología. Hay muchas cosas que uno puede hacer dentro de la carrera. Primero diría que se asesore y que a partir de eso, elija a qué disciplina se quiere orientar. Es una carrera muy amplia y muy interesante.
Esta es la opinión de Carolina Fracchia sobre esta carrera tan interesante y sobre su experiencia.
Acá se encuentra Carolina con sus alumnos del fines

lunes, 14 de septiembre de 2015

“Postales  Lejanas”
Hoy es el aniversario de la muerte de Melody…
Recuerdo que habíamos salido al cine, pero cuando volvimos nos asaltaron. Recuerdo que tenía una arma, pero nunca pensé que a llegara a usar, y menos contra mi, aunque cuando escuché el disparo vi a Melody interponiéndose, haciendo que la bala le atravesara el estómago dejando que se desangrara delante mío.
Los meses pasaron y yo sigo sintiéndome culpable, porque podría haber sido yo y no ella.
Desde que murió yo recibo cartas de ella a diario. Aunque este muerta yo se que es ella, ya sea por su letra o la dirección de donde provienen.
En esas cartas ella me pide ayuda, pero el problema es que las cartas desaparecen luego de doce horas como si nunca hubieran existido. Cuando intento mostrárselas a mis padres, no puedo, ellos no están, trabajan todos los días hasta la noche.
Un día mi madre estaba en casa, decidí hablar con ella sobre las cartas, pero no me creyó ya que no tenía ninguna prueba de su existencia.
A la mañana siguiente escuché a mi mamá hablando con mi papá sobre el tema, escuché que me querían mandar al psiquiatra, cosa que me molestó mucho.
El hombre después de hacerme un análisis y observar mi comportamiento, me derivó a un psiquiátrico, diciendo que eso sería lo mejor para mi. Pero no fue así, ya que al llegar, una chica me atacó intentando matare, aunque por suerte, solo logró hacerme desmayar.
Cuando me desperté me encontré en un cuarto blando con una sola cama. Ahí fue cuando la ví, vestida de blanco y con todo el cabello despeinado, en su mirada no se reflejaba ninguna emoción, era Melody. Intenté hablar con ella pero no me reconoció, incluso me atacó. Estaba decidida a terminar con mi vida, de hecho lo hizo.
Unos minutos más tarde escuché un sonido muy molesto, era mi despertador. Cuando me levanto de mi cama veo mi celular, era un mensaje de Melody que decía: “Al final vamos al cine hoy?”.

Renata Suffia y Catalina Gamero.

lunes, 25 de mayo de 2015

Hombre de 45 años fue apuñalado por su vecino.

Ayer a las 9:45  de la noche, un hombre de 45 años fue asesinado.
Su nombre era Roberto Pérez, fue ultimado por su vecino de alrededor de 38 años, Jorge Rivas. El asesino entró a la unidad doméstica de la víctima y le clavó 15 cuchilladas en el pecho, la víctima falleció al instante.
No se sabe cuál fue el motivo de este crimen , pero los investigadores están trabajando.
“Se escucharon algunos gritos. Lo que nos llamó mucho la atención fue que el perro de la víctima comenzó a ladrar y ese perro nunca ladraba a menos que hubiera pasado algo”, nos cuenta la vecina de al lado de la casa de la víctima. “Yo llegué a mi casa a las 8:30 de la noche, no vi nada raro, a las 9 en unto miré por la ventana la lluvia, como usualmente hago cuando llueve, y vi a un hombre joven entrando a la casa de la víctima por sus propios medios, pero supuse que era algún amigo o familiar”, cuenta Mauricio, el vecino de enfrente.
Los policías e investigadores aún están en la casa buscando algo sospechoso en la casa del asesino.
Mañana por la tarde el acusado estará en tribunales, donde comenzará el juicio. La familia de la víctima está muy preocupada. “¡El que hizo esto tiene que pagar!” Dijo la hermana de la víctima.
El presunto asesino ya tenía algunos antecedentes criminales, pero ninguno tan grave como este crimen.  


La casa de la víctima esta en la calle Constitución a 2900 en el barrio de Boedo.