El artículo de opinión: Los libros en papel y los digitales convivirán sin inconvenientes.

En estos últimos tiempos se realizaron muchas discusiones sobre si los libros en papel morirían y serían reemplazados por los digitales. Muchos defienden que los libros no morirán y otros sí. Sin embargo, no es algo que haya que discutir, hay quienes prefieren los libros en papel y no dejarán de coleccionarlos y usarlos, otros prefieren lo digital. Lo importante es leer, no el medio por el cuál lo hacemos, cada persona puede usar el medio por el que más cómodo se sienta y respetar al que use uno diferente al suyo.

La tecnología tiene aún mucho por desarrollar en el campo de la digitalización de libros y que en unas décadas logrará incluir características que hoy en día son exclusivas de los libros en papel (textura, olor, tangibilidad, etc.) Recién entonces podrá reemplazar para gran parte de los lectores, al libro en papel. Sin embargo, creo que este seguirá siendo un elemento de uso cotidiano para algunos amantes de ellos.

Serán reemplazados a la larga para gran parte de la gente debido a la practicidad, bajo costo, y amplia disponibilidad de ellos a través de los dispositivos portátiles.

El digital le puede ganar al papel con respecto a: La posibilidad de acceso a los diccionarios e historias de los autores, biblioteca de imágenes y sonidos, etc. Esto le generará al libro digital la ventaja de adicionarles otras historias y relacionarlas, sumando la experiencia de una conexión entre varios textos. Otra ventaja del digital es la posibilidad de que sea más amplia la cantidad de obras literarias, dado que es posible publicar en la red sin intermediación en tanto el papel requiere de un editor. Van a existir autores que van a ser únicamente digitales. Otra ventaja del digital se podría llegar a pensar en la pluralidad de estilos literarios. Una desventaja a mi punto de vista es que existen obras con diversos errores ortográficos, gramaticales, etc.

Pero el placer de leer libros en papel, olerlos, sentirlos y recordar momentos con estos, no es fácil de reemplazar, ni física ni estéticamente. Por lo que la gente que tenga el poder adquisitivo para pagar el libro en papel y, tenga espacio para una biblioteca, seguramente, disfrutará más de estos.

En conclusión, asistiremos a la coexistencia de ambos formatos por un largo tiempo,  paulatinamente el libro de papel será reemplazado por el digital, pero que el de papel siempre quedará como un elemento de “clase” importante para un grupo selecto, por lo que cuesta imaginar el  reemplazo “total” por el formato digital.